Imagina que pones 1.000 dólares en ETH y USDT en un pool de liquidez de DeFi. Dos semanas después, el precio de ETH se duplica. Te sientes feliz: ¡tu inversión creció! Pero al retirar tu dinero, descubres que tienes menos de lo que pusiste. ¿Cómo es posible? Eso es la pérdida impermanente.
La pérdida impermanente ocurre cuando el valor de los activos que aportas a un pool de liquidez en DeFi cambia respecto al momento en que los depositaste. No es una pérdida real hasta que retiras tus fondos. Por eso se llama impermanente: si los precios vuelven a sus niveles originales, la pérdida desaparece. Pero si no lo hacen, se vuelve permanente.
Funciona así: los pools de liquidez usan una fórmula matemática llamada Constant Product Market Maker (CPMM), donde el producto de las cantidades de dos activos siempre debe mantenerse constante. Por ejemplo, si tienes 5 ETH y 5.000 USDT en un pool, el producto es 25.000. Si el precio de ETH sube, el pool ajusta automáticamente las cantidades para mantener ese producto. Eso significa que, aunque el ETH valga más, tú tienes menos cantidad de él.
La pérdida impermanente no es un error. Es un efecto secundario del diseño de los exchanges descentralizados (DEX) como Uniswap o SushiSwap. Estos sistemas no usan órdenes de compra y venta como los exchanges tradicionales. En su lugar, usan algoritmos que reequilibran los activos en el pool cada vez que alguien negocia.
Supongamos que depositas 1 ETH y 2.000 USDT cuando el ETH vale 2.000 dólares. El pool tiene 10 ETH y 20.000 USDT. Tu participación es del 10%. Ahora, el ETH sube a 4.000 dólares. Los traders empiezan a comprar ETH con USDT, lo que reduce la cantidad de ETH en el pool y aumenta la de USDT. Para mantener el producto constante, el pool te da menos ETH y más USDT cuando retiras tus fondos. Al final, aunque el ETH valga el doble, tu cartera total puede valer menos que si hubieras mantenido los activos en tu billetera.
Depositaste 1 ETH y 1.000 USDT cuando ETH valía 1.000 dólares. Tu inversión inicial: 2.000 dólares.
Después de un mes, ETH sube a 2.000 dólares. Si no hubieras participado en el pool, tendrías 1 ETH (2.000$) + 1.000 USDT = 3.000 dólares.
Pero en el pool, el algoritmo ajusta: ahora tienes 0.707 ETH y 1.414 USDT. Multiplicas: 0.707 × 2.000 = 1.414$ + 1.414 USDT = 2.828 dólares.
Perdiste 172 dólares. Eso es la pérdida impermanente. Aunque el ETH subió, tu cartera en el pool creció menos que si lo hubieras mantenido fuera.
La pérdida impermanente no es igual en todos los pares. Es más fuerte cuando:
Los pares de dos criptomonedas volátiles (como ETH/ADA) también pueden sufrirla, pero con menos intensidad porque ambos suben o bajan juntos. Los pares estables (USDT/USDC) casi no la sufren porque no cambian de precio.
No puedes evitarla por completo, pero sí minimizarla:
No. La pérdida impermanente no es un error del sistema, ni un fraude. Es un costo de hacer liquidez en DeFi. Es como si fueras dueño de una tienda y tuvieras que vender productos a precio de oferta porque alguien más los compró baratos. Tú no perdiste dinero, pero tu inventario se reequilibró.
Si el ETH baja de nuevo a 1.000 dólares, tu cartera en el pool volverá a valer 2.000 dólares. Pero si lo vendes cuando está en 2.000 dólares, la pérdida se convierte en real. Por eso muchos expertos recomiendan no retirar hasta que el mercado se estabilice o hasta que las recompensas cubran la pérdida.
Un estudio de Nansen en 2024 analizó 12 millones de posiciones en pools de liquidez de Ethereum. Encontró que:
Esto muestra que la pérdida impermanente no es una sentencia de pérdida, sino un riesgo temporal que puede compensarse.
Depende de tu estrategia. Si buscas ganar intereses pasivos y estás dispuesto a aceptar cierto riesgo, sí. Muchos usuarios ganan más en recompensas de tokens que lo que pierden por impermanencia. Por ejemplo, algunos pools ofrecen hasta un 20% anual en recompensas. Si tu pérdida impermanente es del 8%, aún sales ganando.
Pero si buscas simplemente preservar valor, no metas tu dinero en pools volátiles. Mantén tus criptomonedas en tu billetera y usa productos como préstamos o staking en redes Proof-of-Stake (como Ethereum) donde no hay pérdida impermanente.
La pérdida impermanente es un concepto clave para cualquiera que quiera aportar liquidez en DeFi. No es mágica, ni misteriosa. Es matemática. Y si entiendes cómo funciona, puedes usarla a tu favor. No la temas. Aprende a medirla, a predecirla y a compensarla con recompensas. Así, en lugar de verla como un peligro, la conviertes en un costo calculado dentro de una estrategia más amplia.
No. La pérdida impermanente solo se convierte en pérdida real cuando retiras tus fondos y los precios no vuelven a su nivel original. Mientras estés dentro del pool, la pérdida es teórica. Si el precio regresa, desaparece. Por eso se llama "impermanente".
Sí, si solo usas pares de criptomonedas estables, como USDT/USDC o DAI/USDC. En esos casos, el cambio de precio es mínimo, y la pérdida impermanente es casi nula. También puedes evitarla si no participas en pools de liquidez y mantienes tus activos en tu billetera.
La pérdida impermanente también ocurre cuando el precio baja. Si el ETH cae de 2.000 a 1.000 dólares, el pool te dará más ETH y menos USDT. Tu cartera en el pool valdrá menos que si hubieras mantenido los activos fuera. El efecto es simétrico: subidas y bajadas generan pérdida impermanente.
A menudo sí. Muchos pools pagan intereses en tokens de gobernanza (como UNI o SUSHI) o en tokens de la red. Si recibes un 15% anual en recompensas y tu pérdida impermanente es del 8%, aún ganas un 7% neto. Es clave calcular el retorno total, no solo la pérdida.
No necesariamente. Si crees que el precio volverá, es mejor esperar. Retirar en medio de una volatilidad puede convertir una pérdida temporal en permanente. Muchos usuarios exitosos esperan hasta que el mercado se estabilice o hasta que las recompensas cubran la pérdida. La paciencia es clave.
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