Héctor Manzanares - 7 sep,
2025
A veces te ofrecen en la farmacia un cambio “por el equivalente” y dudas si aceptarlo. Quieres ahorrar, pero sin jugar con tu salud. Aquí va una guía directa para decidir cuándo conviene sustituir un fármaco por su equivalente, cuándo no, y cómo hacerlo sin sustos en España en 2025.
TL;DR
- Cambiar a un equivalente con el mismo principio activo, dosis y forma es seguro en la mayoría de tratamientos crónicos comunes; la bioequivalencia está regulada por EMA/AEMPS.
- Evita cambios en fármacos de margen estrecho (antiepilépticos, inmunosupresores, hormonas tiroideas, litio, digoxina, tacrolimus…) y en formulaciones de liberación modificada sin aval médico.
- En España, si la receta va por principio activo, la farmacia dispensa el de menor precio del conjunto; hay excepciones justificadas clínicamente.
- Si cambias, registra el laboratorio, vigila síntomas 2-4 semanas y coordina controles si procede (INR, niveles, TSH…).
- Los biosimilares son intercambiables bajo supervisión clínica; la sustitución automática en farmacia no es la norma.
Qué significa “sustituir por su equivalente” y cómo decidir rápido
Sustituir es cambiar el fármaco que tomas por otro con el mismo efecto esperado. Hay dos escenarios principales:
- Equivalente farmacéutico genérico (EFG): mismo principio activo, dosis, forma y vía; probado bioequivalente al de marca según criterios EMA/FDA (exposición sistémica dentro del 80-125% para AUC y Cmax). En España lo reconoce la AEMPS. Esto es lo más habitual.
- Equivalente terapéutico: principio activo distinto, misma indicación y eficacia clínica comparable (por guías); aquí ya no basta con bioequivalencia y la decisión debe ser médica.
Decisión exprés en la ventanilla:
- ¿La receta va por principio activo? Si sí, la farmacia debe dispensar la opción de menor precio del conjunto de referencia (SNS/AEMPS), salvo excepción clínica.
- ¿Es el mismo principio activo, misma dosis y misma forma (p. ej., comprimido vs cápsula)? Si sí y no hay alertas, suele ser cambio seguro.
- ¿Tu fármaco está en una lista de “margen terapéutico estrecho” o es de liberación modificada/sostenida? Si sí, no cambies sin tu médico.
- ¿Usas dispositivos (inhaladores, plumas) o biológicos? Valóralo con el prescriptor: cuenta la técnica y el plan de seguimiento.
- ¿Tienes alergias o intolerancias a excipientes (lactosa, sorbitol, gluten, sodio)? Revisa el prospecto del nuevo producto.
Fuentes que avalan estos criterios: Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), Agencia Europea del Medicamento (EMA), FDA (Orange Book para bioequivalencia) y guías clínicas (p. ej., epilepsia, trasplantes). Las políticas de biosimilares en España se basan en la nota de AEMPS sobre intercambiabilidad publicada en 2022 y sucesivas actualizaciones.
Ventaja clave: el equivalente suele costar menos y mejora el acceso. Riesgo principal: en ciertos fármacos la ventana terapéutica es estrecha y cualquier variación de exposición puede importar, o el cambio de dispositivo complica la adherencia. La clave es saber en qué grupo estás.
Cuándo sí conviene cambiar: situaciones seguras y habituales
Estos son casos donde la sustitución suele ser apropiada y eficiente:
- Tratamientos crónicos comunes con margen terapéutico amplio: antihipertensivos (p. ej., enalapril), hipolipemiantes tipo estatinas (excepto ajustes en altas dosis), metformina, inhibidores de bomba de protones, analgésicos habituales, antibióticos estándar (cuando está indicada la misma pauta).
- Receta por principio activo: en el SNS, la farmacia dispensa el medicamento de menor precio disponible del conjunto, manteniendo principio activo, dosis, forma y vía. Si no te va bien, coméntalo: se puede ajustar el laboratorio manteniendo el principio activo.
- Desabastecimientos notificados por AEMPS: el farmacéutico puede proponer una presentación equivalente disponible (misma dosis/vía) o, si no existe, remitirte al médico para alternativa terapéutica con respaldo de la ficha técnica.
- Pacientes en fase de inicio de tratamiento, sin historia de descompensaciones ni comorbilidades complejas: es buen momento para empezar con el equivalente y mantenerlo estable después.
Heurística sencilla:
- ¿Mismo principio activo + misma dosis + misma forma + no es de margen estrecho? Adelante, acepta el cambio y quédate con el mismo laboratorio siempre que puedas.
- ¿Cambio de laboratorio en un crónico estable? Aceptable si no es NTI ni liberación modificada; vigila síntomas las primeras 2-4 semanas.
Lo que dice la evidencia: los genéricos autorizados cumplen bioequivalencia (EMA/FDA) y no muestran diferencias clínicas relevantes en la mayoría de indicaciones habituales. En hipertensión, dislipemia y diabetes tipo 2, revisiones sistemáticas no encuentran peores resultados por usar genéricos cuando la adherencia se mantiene. La AEMPS y el SNS impulsan la prescripción por principio activo por seguridad y eficiencia.
Cuándo no (o con mucha cautela): excepciones críticas y trampas habituales
Aquí vienen los “no cambies sin hablar con tu médico”. Si te suenan, para y consulta:
- Margen terapéutico estrecho (NTI): dosis mínimas dan beneficio y un poco más puede dar efectos adversos. Ejemplos prácticos: antiepilépticos (lamotrigina, carbamazepina, levetiracetam), inmunosupresores (tacrolimus, ciclosporina), hormonas tiroideas (levotiroxina), cardiacos como digoxina, antiarrítmicos, litio, teofilina. Mantén mismo producto (misma marca/laboratorio) salvo indicación médica y seguimiento.
- Formulaciones de liberación modificada/sostenida (MR, XR, SR): la matriz o el recubrimiento importan para el perfil de liberación. Cambiar de SR a XR “equivalentes” sin más puede alterar niveles. Si necesitas cambiar, que sea con validación clínica.
- Inhaladores y dispositivos: el principio activo puede ser el mismo (salbutamol, budesonida/formoterol), pero el dispositivo cambia la técnica, la dosis entregada y la adherencia. Si cambias de inhalador, aprende la técnica y revisa control del asma/EPOC en 2-4 semanas.
- Biológicos y biosimilares: la AEMPS considera intercambiables biológico y biosimilar bajo supervisión clínica. En general, la sustitución automática en farmacia no es la norma; decide el prescriptor según protocolos y registro del cambio.
- Anticoagulantes orales: los antivitamina K (acenocumarol/warfarina) requieren INR; evita cambios de presentación sin plan. Los DOACs (apixabán, rivaroxabán, dabigatrán, edoxabán) no se sustituyen por “equivalentes terapéuticos” sin criterio médico.
- Psicofármacos y fármacos con riesgo de descompensación al mínimo cambio: antipsicóticos como clozapina, algunos antidepresivos de liberación modificada. Cautela máxima.
- Oftálmicos y tópicos especiales: pequeñas variaciones de conservantes/excipientes cambian tolerabilidad (ojo seco, lentes de contacto). Mantén el que toleras, o prueba cambio con supervisión.
Otras trampas:
- Cambio de aspecto (color/forma) que te confunde y reduce la adherencia. Solución: pide en farmacia mantener el mismo laboratorio cuando sea posible y usa un pastillero con etiquetas.
- Excipientes de declaración obligatoria (AEMPS): lactosa, gluten/almidón, sorbitol, sodio, aceite de soja/cacahuete, parabenos… Si tienes alergias o intolerancias, revisa el prospecto antes del cambio.
- Polimedicación en mayores: un cambio de varios fármacos a la vez complica el seguimiento. Cambia uno por uno, con vigilancia.
Por qué se insiste tanto: en NTI o MR, pequeñas variaciones dentro del rango de bioequivalencia pueden ser clínicamente relevantes. Las guías de epilepsia y trasplantes recomiendan consistencia de producto y monitorización si hay cambios.
Cómo hacer el cambio sin sustos: plan paso a paso, checklist y señales de alerta
Plan práctico que funciona en la vida real:
- Pide que te expliquen el cambio: confirma principio activo, dosis, forma y laboratorio. Apunta el nombre comercial y el laboratorio del nuevo.
- Si tomas un fármaco “sensible” (NTI, MR, biológico, inhalador), consulta con tu médico antes de aceptar el cambio. Lleva foto de lo que te ofrecen.
- Empieza el nuevo al terminar el anterior, no mezcles. Evita intercalar presentaciones.
- Marca un recordatorio de revisión a los 14 y 30 días para evaluar síntomas, efectos adversos y, si toca, analítica (INR, niveles, TSH, presión arterial, glucemias).
- Guarda cajas y prospectos de los dos productos por si necesitas reportar un efecto.
- Si notas cambios relevantes (síntomas fuera de control, mareos, erupción, edemas, descompensación), vuelve a la farmacia o al médico y reporta en el sistema de farmacovigilancia (NotificaRAM de AEMPS).
Checklist rápida antes de aceptar el cambio:
- ¿Es el mismo principio activo y dosis?
- ¿La forma farmacéutica es equivalente (comprimido vs comprimido, cápsula vs cápsula)?
- ¿No es de margen estrecho ni de liberación modificada?
- ¿No tienes alergias a los excipientes del nuevo?
- ¿Sabes cómo usarlo si cambia el dispositivo (inhalador, pluma)?
Señales de alerta tras el cambio (acude o llama a tu centro de salud):
- En epilepsia: aumento de crisis, aura más frecuente.
- En levotiroxina: fatiga intensa, palpitaciones, cambios de peso anómalos.
- En anticoagulación: hematomas grandes, sangrado, mareo persistente.
- En asma/EPOC: más uso de rescate, sibilancias, peor control pese a usar el inhalador.
- Rash, urticaria, hinchazón de labios o lengua, dificultad para respirar.
Consejos de ahorro sin perder seguridad:
- En España, pedir receta por principio activo te mantiene en el tramo de menor precio.
- Estabilidad de laboratorio: si un genérico te va bien, intenta repetir el mismo laboratorio para evitar confusiones.
- Evita duplicidades: si cambiaste y aún te quedan envases del anterior, llévalos a SIGRE para reciclaje seguro.
Recuerda: un medicamento equivalente aprobado por la AEMPS ha demostrado la misma calidad, seguridad y eficacia. La decisión fina es clínica, no solo económica.
Fármaco / Clase |
¿Sustitución 1:1 en farmacia? |
Punto crítico |
Qué vigilar tras el cambio |
Referencia/nota |
Enalapril (IECA) |
Sí, si misma dosis/forma |
Adherencia, tensión estable |
PA a 2-4 semanas, tos |
Bioequivalencia EMA/AEMPS |
Atorvastatina (estatinas) |
Sí |
Dosis altas: controlar LDL |
Lípidos a 6-8 semanas |
Bioequivalencia; guías dislipemia |
Metformina liberación inmediata |
Sí |
Tracto GI |
Glucemias, GI |
Bioequivalencia EMA/FDA |
Metformina liberación prolongada (XR) |
Con cautela |
Perfil de liberación |
Glucemias; tolerancia |
Evitar cambios sin médico |
Levotiroxina |
Mejor mantener marca/lab |
Margen estrecho |
TSH a 6-8 semanas |
AEMPS; guías endocrino |
Lamotrigina (antiepiléptico) |
No sin prescriptor |
Margen estrecho |
Crisis, niveles si procede |
Guías epilepsia |
Tacrolimus (inmunosupresor) |
No en farmacia |
Niveles sanguíneos |
Niveles valle; función injerto |
Protocolos trasplante |
Inhaladores (salbutamol, ICS/LABA) |
Solo con entrenamiento |
Dispositivo y técnica |
Control + técnica en 2-4 sem |
Guías asma/EPOC |
Biológicos/biosimilares |
Intercambiables con médico |
Farmacovigilancia |
Registro de cambio, respuesta |
Nota AEMPS 2022+ |
Acenocumarol/warfarina (AVK) |
Evitar cambios |
INR |
INR según pauta |
Guías anticoagulación |
FAQ y siguientes pasos: dudas típicas, casos reales y qué hacer si algo falla
Preguntas rápidas que suelen salir en farmacia y consulta:
- Si el genérico “pega menos”, ¿es peor? No. Lleva la misma cantidad de principio activo y cumple bioequivalencia. A veces el cambio de color/forma o los excipientes dan sensación distinta. Si notas menos efecto real, revisa adherencia y coméntalo para valorar ajuste.
- ¿Cuánto ahorro hay? Depende del conjunto de referencia. En España, los genéricos suelen posicionarse en precio más bajo. Tu aportación puede bajar. La eficacia clínica no cambia por el precio.
- Tengo celiaquía/intolerancia a lactosa, ¿puedo cambiar? Sí, pero revisa excipientes. La AEMPS exige que se declaren en prospecto los excipientes de riesgo. Pide uno sin el excipiente problemático.
- ¿Puedo volver a la marca si me va mal con el genérico? Sí. El médico puede justificar continuidad con un producto concreto por motivos clínicos (tolerancia, control insuficiente, NTI).
- Me han cambiado el inhalador y ya no lo controlo. Vuelve a la farmacia y pide repaso de técnica. Si no mejoras en 2-4 semanas, consulta para valorar recuperar el dispositivo previo o ajustar tratamiento.
- Estoy embarazada, ¿me conviene cambiar? En embarazo se minimizan cambios de fármacos. Evítalos salvo necesidad y consejo médico.
- ¿Quién decide con biosimilares? El prescriptor, con apoyo de comisiones y protocolos. Se documenta el cambio y se monitoriza. La sustitución automática en farmacia no es la regla.
Escenarios y qué hacer:
- Desabastecimiento del tuyo: acepta la misma dosis y forma de otro laboratorio. Si no existe, el farmacéutico contacta con el médico para alternativa. Pide un plan de seguimiento si el cambio es crítico.
- Cambiaste y notas efectos raros: para, revisa que tomas la dosis correcta, compara el prospecto y acude al profesional. Si es relevante, reporta en NotificaRAM (farmacovigilancia AEMPS).
- Te cambian cada mes y te lías: habla en tu farmacia para fijar un laboratorio estable. Si no es posible, usa etiquetas con nombre de principio activo y hora de toma.
- Terapia crónica estable: pide que no te cambien en NTI o MR salvo motivo justificado y seguimiento.
Ruta rápida de decisión (mental):
- ¿Es un fármaco sensible (NTI/MR/biológico/inhalador)? Si sí, consulta. Si no, sigue.
- ¿Mismo principio activo, dosis, forma y sin excipientes problemáticos? Acepta.
- ¿Puedes mantener mismo laboratorio a partir de ahora? Mejor para no confundirte.
- ¿Plan de revisión a 2-4 semanas? Ponlo en la agenda.
Fuentes y respaldo: AEMPS (equivalentes y excipientes), EMA y FDA (criterios de bioequivalencia), guías clínicas específicas (epilepsia, trasplantes, asma/EPOC, endocrinología), y políticas del SNS sobre prescripción por principio activo y conjuntos de referencia.
Si te quedas con una idea: cambiar a un equivalente bien seleccionado es seguro y rentable en la mayoría de casos, pero hay grupos donde la estabilidad manda. Identifica tu caso, decide con cabeza y, si cambias, monitoriza.
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