Si alguna vez te has preguntado si el comprimido que tienes en la mano es real, no estás solo. Cada año aparecen miles de fármacos falsificados que ponen en riesgo la salud de cualquiera que los consuma. Aquí te explico, paso a paso, cómo detectarlos y qué hacer si sospechas que tienes uno.
Los falsificadores intentan imitar el envase original, pero suelen cometer errores que cualquiera puede notar. Observa el color y la tipografía del papel: si están descoloridos, borrosos o con fuentes extrañas, suena la alarma. Otro indicio es el número de lote o la fecha de caducidad; a veces aparecen con números incongruentes o faltan por completo.
El precio también habla. Si te venden un medicamento de marca a un precio demasiado bajo, probablemente sea una copia. Los fármacos reales requieren una inversión considerable para su fabricación y distribución, así que lo barato suele significar fraude.
La forma más segura es acudir a farmacias oficiales o a la página web de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Allí puedes introducir el número de registro del envase y comprobar si coincide con los datos oficiales. Algunas marcas también ofrecen códigos QR que te redirigen a una página de validación.
Si haces compras online, revisa que el sitio sea legítimo. Busca el certificado SSL (el candado en la barra) y lee los comentarios de otros usuarios. Desconfía de tiendas que no soliciten receta médica para medicamentos que la requieren.
En caso de duda, lleva el envase a tu farmacéutico. Los profesionales tienen acceso a herramientas de análisis rápido que pueden confirmar si el producto es auténtico.
Si descubres que tienes un medicamento falsificado, no lo consumas. Notifícalo inmediatamente a la AEMPS a través de su formulario de denuncias y guarda el envase como evidencia. También informa al establecimiento donde lo adquiriste para que tomen medidas.
Recuerda que la salud no tiene precio. Tomar un fármaco falsificado puede provocar efectos secundarios graves, falta de eficacia o incluso reacciones alérgicas. Por eso, sigue estos consejos y comparte la información con familia y amigos. La prevención empieza con la información, y cuanto más sepas, menos probabilidades tendrás de ser víctima de fraude farmacéutico.